
Esta denuncia la realiza un ciudadano congoleño, Néhémie Bahizire, en un documento titulado “la maldición del oro de Kivu”. Ese documento ha sido enviado a la Agencia Fides por la asociación "Paz para el Congo".
En el mencionado documento se explica como:
“Para extraer el oro, la compañía Banro Corporation ha expulsado a los 450 mineros artesanales que vivían de este trabajo”, “Más tarde, Banro ha expulsado y/o transferido a la población de sus tierras, cuyo subsuelo es rico en oro. La operación ha afectado a 850 familias, es decir, aproximadamente 5.100 personas. Para compensar a la población desposeída de sus tierras, Banro Corporation ha buscado otro lugar donde ha construido pequeñas casas de 20 m2 en ladrillo de barro, que se asignarán a cada familia expropiada”.
(Las nuevas casas) “han sido construidas en un lugar muy incómodo para residir, a una altura demasiado elevada. El clima es hostil para la población que estaba acostumbrada a vivir a baja altura. Para buscar el agua, las mujeres se deben enfrentar a la dura prueba de bajar y luego volver a subir recorriendo varios kilómetros por lo menos dos veces al día. Por último, a menos de un año de su construcción, estas casas ya amenazan con colapsar, debido a grietas visibles en las paredes”.
Los líderes tradicionales, al igual que las autoridades políticas, administrativas y militares, están de acuerdo con la Banro, lo que ha provocado una gran fractura social.
El documento enviado a la Agencia Fides, concluye diciendo que:
“La población de Twangiza sospecha, con razón, que cuando se agote el oro, la empresa desmantelará la planta de extracción y se marchará a otro lugar. Y esto sólo después de destruir la flora y fauna, ríos y montañas y toda la biodiversidad. ¿Que le quedará a la población?”
Por desgracia, esto no es más que otro capítulo en la larga historia de explotación y saqueo de nuestros hermanos africanos, por parte de nuestras empresas y administraciones occidentales.
Para rematar la faena recortamos el gasto en cooperación humanitaria y ponemos trabas a la atención sanitaria a inmigrantes...
¡Qué mundo.. !
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