“Ya hemos pedido al MNLA que deponga las armas para lograr el objetivo de la paz (…) Si esto no ocurre, debemos utilizar medios a los que no queremos recurrir para volver a la normalidad en Kidal”, advirtió el ministro de Relaciones Exteriores de Malí Tieman Coulibaly a la rebelión tuareg del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad. El MNLA, junto con el Movimiento Islámico de Azawad (MIA), una facción disidente del grupo yihadista Ansar Al Din, siguen controlando la capital del noreste del país En el terreno también están presentes las tropas francesas del operativo “Serval”, según informa la agencia Misna.
Hasta el momento, la rebelión tuareg se ha negado a deponer las armas y se opone al despliegue de soldados malienses en Kidal, por temor a posibles atropellos contra las comunidades locales.
En una carta dirigida a la comunidad internacional, los líderes del MNLA dicen que reconocen la integridad territorial de Malí, proponen una solución federal y dicen que están dispuestos a negociar con Bamako para hallar una “solución política a la cuestión del norte”. Los rebeldes Tuareg pusieron como condición para el desarme poner en marcha negociaciones.
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