Desde hace años la India es uno de los principales fabricantes de medicamentos genéricos de calidad de todo el mundo. Por este motivo se la conoce como la "farmacia del mundo en desarrollo"
Produce genéricos de todo tipo, pero especial relevancia tienen los del tratamiento de la malaria y los antiretrovirales. Estos medicamentos son usados por agencias gubernamentales y ONGs, ya que la cantidad de gente a tratar imposibilita el uso de medicamentos patentados, porque el precio sería inasumible.
La producción de genéricos ha conseguido, entre otras cosas, que el precio de los medicamentos antiretrovirales haya descendido, en la última década, hasta un 90%.
De los 6,6 millones de pacientes de países en vías de desarrollo que se están tratando con antiretrovirales, el 80% se trata con genéricos fabricados en la India. Y en el caso de niños este porcentaje alcanza el 90%.
En cuanto a la malaria, el 60% de los medicamentos usados en todo el mundo son genéricos indios.
Pero, en el marco del tratado de comercio que están negociando la India y la Unión Europea, esta producción de medicamentos puede verse muy afectada, ya que la UE está ejerciendo una gran presión para que la India se sume al mercado de las patentes. Esto conllevaría una inevitable consecuencia: Millones de personas en el mundo ya no podrían acceder a estos medicamentos.
El hecho de que presionar a la India para que cese la producción de genéricos pudiese acarrear la muerte de infinidad de personas, no parece preocuparle ni lo más mínimo a nuestros políticos y administraciones, mucho más interesados en defender los intereses de la grandes multinacionales farmacéuticas que en salvar la vida de seres humanos. Multinacionales farmacéuticas que, por otra parte, conforman uno de los lobbies más poderosos del planeta, sobrepasando en poder al lobby petrolífero, aunque parezca increíble. En su momento han intentado mediante los tribunales que la India no pudiese continuar con la fabricación. Pero como la vía judicial ha fracasado, de momento, utilizan ahora la presión comercial de la Unión Europea para librarse de la "competencia" india.
Instituciones y ONGs, como Médicos Sin Fronteras, han protestado y organizado movilizaciones para evitar este, por qué no llamarlo así, "atentado contra la humanidad". Pero por desgracia, y como siempre, se teme que al final saldrán victoriosos los que tienen el poder.
Al final es el cuento de siempre, lo que importa es el beneficio que pueda obtener el "mundo desarrollado". Si éste se produce a costa del sufrimiento y muerte de personas del "tercer mundo" no importa. Son daños colaterales, lo único que importa es que nosotros nos enriquezcamos.
Tal vez nosotros, que formamos la base de nuestra sociedad, deberíamos protestar ante nuestros gobiernos del "primer mundo", y hacerles caer en la cuenta de que no hay dinero suficiente para justificar una vida humana.