Por esperado no deja de ser triste. Si en épocas buenas no nos caracterizamos por ser un derroche de generosidad y cooperación, que decir de las épocas de vacas flacas. Pues eso... sálvese quien pueda y si te he visto no me acuerdo...
En el siguiente enlace aparece una noticia, que no es motivo de orgullo, acerca de la "generosidad" española.
publicado en El País
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