En las últimas semanas se ha informado de los enfrentamientos y desplazamientos en la República Democrática del Congo, en la provincia de Kivu del Norte.
Los misioneros Combonianos, en un informe enviado a la Agencia Misna, han declarado que los argumentos que da el ejército, es decir, la lucha contra facciones rebeldes y la protección de los civiles son:
“falaces excusas para no aceptar su despliegue en otros distritos militares que no sean los dos Kivu, para continuar con sus actividades de explotación ilegal de los recursos minerales de Kivu”
Los misioneros, que forman parte de la "Red Paz para el Congo", trabajan en las colinas de Mbuzi, Runyonyi y Chanzu,
en el territorio de Rutshuru, cerca de la frontera con Uganda y Ruanda,
donde los enfrentamientos armados entre el ejército y los rebeldes del
Movimiento del 23 de marzo (M23) han provocado la huida de 80.000
personas, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados (ACNUR).
Los misioneros Combonianos informan también de que:
“los muchos informes del grupo de expertos de la ONU en la R.D. del Congo denuncian que algunos agentes de las Fuerzas Armadas del Congo, entre ellos el general Bosco Ntaganda y el coronel Sultani Makenga, están involucrados en circuitos mafiosos que se dedican al contrabando de los minerales de Kivu. No es ningún secreto, como tampoco lo es que el comercio ilegal de minerales pasa sobre todo por Ruanda, al igual que por Uganda y Burundi, como también lo denuncian los informes citados”
Mina de oro en la R. D. Congo. |
En las mismas declaraciones a la Agencia Misna, continúan explicando que, al igual que sucedió con otros grupos armados anterioremente,
“también el M23 fue creado y es apoyado por el actual régimen ruandés de Paul Kagame. Como de costumbre, Ruanda niega todo diciendo que la actual inestabilidad en el este del Congo es una cuestión del gobierno y del ejército congoleño”
Aunque Ruanda siempre ha negado su relación con los enfrentamientos en la República Democrática del Congo,
“siempre ha sido desmentido por los varios informes internacionales, entre ellos los de la ONU”
“al igual que Uganda, Ruanda sigue siendo una pieza importante en las manos de ciertas potencias occidentales y varias empresas multinacionales que buscan las materias primas, especialmente minerales, de Kivu”
Los misioneros Combonianos no son los únicos que sustentan estas tesis. Varios instituciones hace tiempo que vienen defendiendo la fuerte influencia de gobiernos y multinacionales occidentales en el conflicto congoleño.
Infelizmente, otra muestra más de la cooperación occidental con los países en vías de desarrollo.
Así va el mundo.