miércoles, 28 de marzo de 2012

Caso Novartis

 
 DINERO
vs
PERSONAS


 

Hoy, 28 de marzo, comienza el juicio en el que la multinacional farmacéutica Novartis se enfrenta al Gobierno Indio por su Ley de Patentes.

Esta actuación de Novartis, inhumana y lamentable, puede poner en peligro, si ganase la querella, millones de vidas humanas.

Por si alguien no está al tanto de esta situación voy a intentar explicarla en breves palabras.


En la India se fabricaban medicamentos genéricos que abastecían a millones de personas, sobre todo de países en vías de desarrollo. Estos medicamentos se fabricaban libremente.

Por presiones de la Organización Mundial del Comercio, OMC, el gobierno indio tuvo que poner límites a esa producción de genéricos. (Obviamente la OMC tiene los mismos reparos morales que pudiera tener un ladrillo).

El caso es que a la India no le quedó más remedio que hacer una ley que regulase la producción de medicamentos genéricos. La Ley de Patentes.

En esa ley se regula la concesión de patentes para los medicamentos.
¿Qué sucede cuando se patenta un medicamento? Que automáticamente se hace caro. Porque lo fabrica una compañía farmacéutica, dueña de la patente, que no tiene más competencia en la fabricación, pudiendo imponer los precios que le parezcan oportunos.

Pero... el gobierno indio hizo la ley con... puerta de atrás, estableciendo ciertas cláusulas, entre ellas:               
       - Sólo se pueden patentar medicamentos registrados a partir de 1995. (Esto implica que los anteriores a ese año pueden fabricarse de forma genérica).       
                                    
       - Si alguien presenta una patente para un medicamento ya existente, simplemente variándolo un mínimo, pero de forma que no conlleva una mayor efectividad, en ese caso no hay por qué conceder la patente. (Esto implica que las compañías no pueden coger un medicamento anterior a 1995 y variarlo un poco para poder solicitar una patente nueva). 

       - Se permite la fabricación de medicamentos genéricos pagando royalties razonables a las compañías dueñas de la patente. (Recientemente el gobierno indio ha autorizado la fabricación de un medicamento genérico contra el cáncer de hígado, pagando el fabricante los royalties a la compañía Bayer, dueña de la patente. Se ha pasado de pagar 4200€ con el medicamento de Bayer a pagar 134€ con el genérico).

       - En caso de emergencia sanitaria el gobierno puede permitir la fabricación de medicamentos genéricos para salvaguardar la vida de la población.


¿De dónde proviene la querella de Novartis?

La Multinacional Novartis fabrica un medicamento para tratar la leucemia llamado Glivec. 

El componente básico ha sido patentado en 1993. Pero en 1998 ha producido un derivado de ese componente, que es el que finalmente llegó a comercializarse.
Sobre ese derivado es sobre el que Novartis reclama una patente. Pero el gobierno indio se la ha denegado alegando que el componente original es el patentado en 1993, y que el derivado posterior no supone una mejora tan grande que suponga la emisión de una nueva patente.
De esa manera, puede fabricarse el medicamento genérico, ya que la patente del original es anterior a 1995.

Y de ahí el interés de Novartis en que se reconozca la patente del derivado del 1998, para poder embolsarse los beneficios.

Y ahí llegamos al quid de la cuestión. El dinero y los beneficios. Así de simple, y así de crudo.

Pero queda aún otra cuestión. Una sentencia favorable a Novartis posibilitaría que muchos otros medicamentos de primera necesidad pasaran a ser inasequibles para las personas que los necesitan para sobrevivir. Las multinacionales están esperando para reclamar las patentes de cientos de medicamentos, entre ellos 11 para tratar el Sida.  Eso sería posible si Novartis ganase la querella contra el gobierno indio.

Cabe preguntarse.... ¿El beneficio económico puede anteponerse a la vida de seres humanos?
La respuesta debería ser obvia. Debería. 

Pero, infelizmente, hay personas que tienen muy claro que el dinero es razón suficiente para sacrificar las vidas humanas que sea necesario.

Así va el mundo.

Espero, de todo corazón, que los jueces del Tribunal Supremo de la India tengan un nivel ético y moral superior al de los representantes de Novartis, y tantas otras multinacionales y grupos de poder, y den una alegría al mundo dando ejemplo de humanidad. 
Y es que, a fin de cuentas, estamos hablando de una cuestión de JUSTICIA.

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