El 22 de diciembre de 2005 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 60/209 proclamó el 20 de diciembre Día Internacional de la Solidaridad Humana.
La solidaridad se identifica en la Declaración del Milenio como uno de los valores fundamentales para las relaciones internacionales en el siglo 21 y para que quienes sufren o tienen menos se beneficien de la ayuda de los más acomodados. En consecuencia, en el contexto de la globalización y el desafío de la creciente desigualdad, el fortalecimiento de la solidaridad internacional es indispensable.
Convencida de que la promoción de la cultura de la solidaridad y el espíritu de compartir es importante para la lucha contra la pobreza, la Asamblea General proclamó el 20 de diciembre como Día Internacional de la Solidaridad Humana.
A través de iniciativas como la creación del Fondo Mundial de Solidaridad para erradicar la pobreza y la proclamación del Día Internacional de la Solidaridad Humana, este concepto fue promovido como crucial en la lucha contra la pobreza y en la participación de todos los interesados pertinentes.
Convencida de que la promoción de la cultura de la solidaridad y el espíritu de compartir es importante para la lucha contra la pobreza, la Asamblea General proclamó el 20 de diciembre como Día Internacional de la Solidaridad Humana.
A través de iniciativas como la creación del Fondo Mundial de Solidaridad para erradicar la pobreza y la proclamación del Día Internacional de la Solidaridad Humana, este concepto fue promovido como crucial en la lucha contra la pobreza y en la participación de todos los interesados pertinentes.
El tema del 2012 es:
Alianza mundial para el fomento de una prosperidad solidaria
Mensaje del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, en el Día Internacional de la Solidaridad Humana, 2012:
Este año, la celebración del Día Internacional de la Solidaridad Humana se produce en un agitado período de transición. Los pueblos de todo el mundo están reclamando un mayor grado de libertad política, rendición de cuentas e igualdad. La interdependencia mundial se está intensificando desde el punto de vista económico, social y ambiental. En este contexto, ¿cuál sería la mejor manera de idear soluciones para contribuir a un futuro más seguro, sostenible y próspero?
La solidaridad es fundamental para resolver los problemas del mundo interconectado en que vivimos. Este año, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20), fuimos testigos de un importante gesto de solidaridad. Los gobiernos, la sociedad civil y los líderes del sector privado se reunieron y acordaron promover un futuro sostenible desde el punto de vista económico, social y ambiental.
Podremos alcanzar nuestros objetivos compartidos si logramos que las personas puedan participar en la formulación y la aplicación de los planes, las políticas y los programas concebidos para modelar nuestro futuro común. Si no van acompañadas de medidas de empoderamiento, los compromisos son palabras huecas.
A pesar de los progresos en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, debemos redoblar nuestros esfuerzos antes de la fecha límite de 2015. También estamos sentando las bases para la agenda para el desarrollo después de 2015. Se pretende que el proceso sea participativo, por lo que se están recabando las opiniones de los expertos en desarrollo y de los ciudadanos de a pie de todo el mundo.
En este Día Internacional de la Solidaridad Humana, hago un llamamiento a todos los ciudadanos del mundo para que nos ayuden a promover la solidaridad en la familia global que formamos y a alcanzar nuestros objetivos comunes.
La solidaridad es fundamental para resolver los problemas del mundo interconectado en que vivimos. Este año, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20), fuimos testigos de un importante gesto de solidaridad. Los gobiernos, la sociedad civil y los líderes del sector privado se reunieron y acordaron promover un futuro sostenible desde el punto de vista económico, social y ambiental.
Podremos alcanzar nuestros objetivos compartidos si logramos que las personas puedan participar en la formulación y la aplicación de los planes, las políticas y los programas concebidos para modelar nuestro futuro común. Si no van acompañadas de medidas de empoderamiento, los compromisos son palabras huecas.
A pesar de los progresos en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, debemos redoblar nuestros esfuerzos antes de la fecha límite de 2015. También estamos sentando las bases para la agenda para el desarrollo después de 2015. Se pretende que el proceso sea participativo, por lo que se están recabando las opiniones de los expertos en desarrollo y de los ciudadanos de a pie de todo el mundo.
En este Día Internacional de la Solidaridad Humana, hago un llamamiento a todos los ciudadanos del mundo para que nos ayuden a promover la solidaridad en la familia global que formamos y a alcanzar nuestros objetivos comunes.
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