miércoles, 4 de abril de 2012

Big Pharma: La mafia del negocio de la salud.

Estos días se ha hablado, aunque no tanto como sería deseable, del juicio en que la multinacional farmacéutica Novartis acusa al Gobierno Indio,  por permitir el desarrollo de medicamentos genéricos. 

Pero, vayamos un paso más allá. ¿Cómo una multinacional puede poner en jaque a un gobierno?

BIG PHARMA: El poder del dinero.

El mercado mundial de los medicamentos representa más de 700.000 millones de euros anuales.

Más de la mitad de ese dinero es manejado por el grupo de empresas llamado Big Pharma:  Bayer, GlaxoSmithKline (GSK), Merck, Novartis, Pfizer, Roche y Sanofi-Aventis.
 
Los beneficios de Big Pharma son superiores a los que obtiene el poderoso complejo militar-industrial.

Estas cantidades de dinero, inmensas, proporcionan a estas multinacionales un poder colosal. Poder que NO usan para ayudar a las personas.

De hecho, tienen una legión de abogados, y gastan cantidades ingentes de dinero en múltiples juicios millonarios que llevan a los tribunales a los fabricantes de genéricos, o, como en el caso de la compañía Novartis, a gobiernos. 
 Y es que ahora es el gobierno indio al que tienen en los tribunales por permitir que se fabriquen medicamentos asequibles para la población. Pero antes ya hicieron lo propio con el gobierno de la República de Sudáfrica, cuando pretendía que en ese país se fabricasen genéricos que pudiesen ser adquiridos por los ciudadanos con bajos recursos.

Además, los innumerables lobbies de Big Pharma, hostigan permanentemente a la Oficina Europea de Patentes, (OEP), cuya sede está en Múnich, para que retrasen la concesión de autorizaciones de entrada en el mercado de los genéricos.
No podemos olvidar que el uso de medicamentos genéricos supone para millones de personas en el planeta la diferencia entre vivir o morir. Y es que la mayoría de la población no puede acceder a los precios de los medicamentos de marca.
 
Pero no estamos hablando únicamente de intentos de eliminar la competencia que estas enormes multinacionales pudieran tener. 
Dr. Richard J. Roberts, premio Nobel de Medicina
También hacen lo posible para no sacar a la luz curas definitivas para las enfermedades.

Es esta una acusación muy seria, pero que se repite desde distintas partes del mundo, y por profesionales de la salud: Médicos, investigadores, universidades...

El premio Nobel de medicina, Dr. Richard J. Roberts alerta sobre como "los fármacos que curan no son rentables y por eso no son desarrollados por las farmacéuticas que en cambio sí desarrollan medicamentos cronificadores que sean consumidos de forma serializada"

Tristemente, es evidente. Resulta mucho más rentable que un paciente tome una medicación todos los meses, que no crear una medicación que lo cure de una vez por todas.

Hace poco tiempo invetigadores de la Universidad de Alberta, Canadá, encontraron un tratamiento a base de dicloroacetato, con el que consiguieron tratar el cáncer en ratones, disminuyendo la células cancerígenos y respetando las sanas. Están convencidos de que puede ser una cura real y eficaz contra el cáncer.

¿Qué sucede? Pues que el dicloroacetato es fácil de producir y barato. Pero, además, no necesita patente. 
 El Dr. Evangelos Michelakis, responsable del proyecto, ha manifestado que no puede encontrar los fondos necesarios para realizar las pruebas clínicas. También se aventura el Dr. Michelakis a explicar el por qué, y es que, en su opinión, este tratamiento no representaría grandes beneficios para las grandes farmacéuticas, ya que no puede patentarse.
Big Pharma produce medicinas contra el cáncer. Todas muy caras y que hay que tomar periódicamente. Un gran negocio. 
Un medicamento definitivo sería un duro golpe para los ingresos. Y eso no se puede consentir. 

Dr. Angelos Michelakis, Universidad de Alberta
El premio Nobel antes mencionado, Dr. Roberts, asegura que las grandes farmacéuticas redirigen las investigaciones cuando hay probabilidades de encontrar medicamentos definitivos. Entonces dirigen sus esfuerzos a encontrar medicamentos efectivos pero que no curen la enfermedad, si no que hagan al paciente dependiente del medicamento.

Desde Estados Unidos ya hace tiempo que se viene denunciando como estas compañías financian las carreras políticas de congresistas y senadores. Los cuales, obviamente, no las van a molestar una vez que han accedido a sus cargos.


Pero todavía no para ahí el poder de Big Pharma.
Hoy en día está de moda hablar del TDAH, Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad. Lo que comúnmente decimos "ser hiperactivo", tristemente habitual en nuestros colegios, por ejemplo.
Actualmente hay unos 28 millones de niños diangnosticados de TDAH en todo el mundo. Nada más y nada menos. 
Pues bien.  Hace 50 años había reconocidos 27 tipos de trastorno asociados a TDAH. Hoy en día son 374. Este aumento en el número de trastornos se debe básicamente a que han sido reconocidos por psiquiatras vinculados económicamente a Big Pharma.
Y es que, los medicamentos para la "hiperactividad" son una gran fuente de ingresos para las empresas del  Big Pharma.

Pero lo mismo podemos decir de la hipertensión, dónde se ha aumentado el margen para recetar medicamentos, y también por influencia de Big Pharma.

Hay que decir que los medicamentos tanto de hiperactividad como de hipertensión son de los más vendidos en el mundo. 


Podría seguir escribiendo más, pero creo que es suficiente para darse una idea del poder real que tienen las grandes multinacionales farmacéuticas, y de como influyen en la sociedad.

También sirve para darnos cuenta de que lamentable es que la empresa Novartis tenga en juicio al Gobierno Indio por no ceder ante el chantaje de las multinacionales, e intentar que las personas sin recursos puedan acceder a los medicamentos.


Queda desear que los tribunales respalden la acción social del Gobierno Indio, y protejan a la población frente a la avaricia económica de las multinacionales farmacéuticas.

 

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