Tras las declaraciones efectuadas ayer por el presidente de Sudán, D. Omar Hasan al Bashir, en las que aseguraba que uno de los dos sudanes sobra, el presidente de Sudán del Sur, D. Salva Kiir, ha declarado hoy, en China, que Sudán les ha declarado la guerra.
Ayer lunes, el presidente Al Bashir ha declarado que:
“Ninguna negociación con esta gente (los dirigentes del Sur) Negociamos con ellos únicamente con fusiles y balas”
Hoy mismo Sudán a vuelto a bombardear territorio de Sudán del Sur.
D. Salva Kiir, se encuentra de visita oficial en China por negocios petrolíferos y para buscar apoyo en su enfrentamiento con Sudán.
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| D. Salva Kiir, presidente de Sudán del Sur |
China tiene negocios tanto en Sudán como en Sudán del Sur, y llama a la calma a los dos países.
Sudán del Sur tiene la mayoría de las reservas petrolíferas, pero necesita los oleoductos de Sudán para transportar el petróleo hasta el mar.
Desde el gobierno de Juba, capital de Sudán del Sur, se intenta buscar financiación para construir un viaducto alternativo, para llegar al mar atravesando Kenia, y no depender de las infraestructuras de Sudán.
Pero ese proyecto no acaba de materializarse.
La tensión aumenta por momentos entre los dos países vecinos, y se está acercando peligrosamente a una situación de guerra declarada.
Cada vez es más necesaria la intervención de la comunidad internacional.
El arzobispo de Juba, mons. Paulino Lukudu Loro, en declaraciones a la Agencia Fides, ha manifestado que:
“El gobierno de Sudán del Sur ha movilizado más tropas para enviarlas a la frontera. Hay movimientos de soldados alrededor de Juba”
“A la vista de estos ataques, nuestro gobierno está preocupado por la seguridad de los ciudadanos de Sudán del Sur, mientras que los mismos sudaneses del sur están preocupados por los discursos, que consideran irresponsables, del presidente Bashir de Sudán”.
mons. Lukudu, arz. de Juba
“El pueblo de Sudán del Sur no quiere la guerra. Este es un conflicto económico por el control del petróleo"
" Lo que ha decepcionado a los sudaneses del sur es la actitud de la ONU, de la Unión Africana y de otros países occidentales sobre la cuestión de Heglig. En mi opinión, estas organizaciones han hecho declaraciones prematuras, sin conocer la realidad sobre el terreno. En particular, debemos entender dónde se encuentra ubicada exactamente Heglig: ¿está situado en Sudán del Sur o Sudán? Los representantes de estas instituciones internacionales deben ir allí para aclarar este punto, para delimitar con precisión el límite entre los dos países”
Cabe recordar que una de las peticiones que constantemente hace el gobierno de Sudán del Sur es la de una comisión internacional que actúe de árbitro en la delimitación de la frontera entre ambos países.
La comunidad internacional no puede tardar más tiempo en actuar, o el número de vidas humanas en peligro seguirá en aumento.
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