jueves, 5 de abril de 2012

OCDE y cooperación. La prostitución de los valores éticos.

Se han publicado los datos de cooperación al desarrollo de la OCDE. Y como era previsible se han producido serios recortes.

La OCDE, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, es una asociación de países integrada por 34 estados.
Fue fundada en 1960, y su sede central se encuentra en París, Francia.

La OCDE, conocida como el "club de los países ricos", proporciona el 70% del mercado mundial, y representa el 80% del PNB del mundo.

Desde la sede de París han informado de que en el último ejercicio la ayuda de los países integrantes de la OCDE al desarrollo se ha reducido un 2,7%.
Es la reducción más grande desde el año 1997. Como para sentirse orgullosos.

Cabe destacar algunos datos.

Los países que más han disminuido su cooperación han sido:
 Japón (10,8%), Noruega (8,3%), Islandia (18,2%), Austria (14,3%), Bélgica (13,3%), Francia (5,6%) y Luxemburgo (5,4%).
Hay que hacer, tristemente, una mención especial:
España es el país que más ha recortado su ayuda a la cooperación. Un 32,7 %.  No hay que olvidar que España está entre los 15 países más ricos del planeta, con lo cual esta reducción es todavía más vergonzosa y lamentable.

Estados Unidos, que ha reducido su contribución un 0,9%, es el país que más aporta. Unos 23.300 millones de Euros. Pero que sean los que más contribuyen, porque es cierto que son los que más tienen, no quita que también han disminuido su aportación al desarrollo mundial.

 Los países que más han aumentado su contribución son:
Israel (14,9%), Nueva Zelanda (10,7%), Suecia (10,5%), Suiza (13,2%) Alemania (5,9%) y Corea del Sur (5,8%)

Aquí también hay que hacer una mención especial, más alegre que la anterior:
Turquía ha aumentado su contribución al desarrollo en un 38,2 %, e Italia, dónde también padecen la crisis, la ha aumentado un 33 %. 

No se puede más que elogiar la actitud de todos estos países que no usan la crisis como argumento para olvidar el deber moral de cooperar con la gente que nos necesita.

A todos estes países que han incrementado su solidaridad va dedicado este gran



En cuanto a los países que no se merecen ningún "olé", no estaría de más que reflexionaran sobre a dónde quieren conducir nuestras sociedades. Porque lo que están transmitiendo a la población es que la cooperación se deja para los tiempos de abundancia. 
A fin de cuentas lo que nos están mostrando es que los valores éticos y morales, lejos de ser un referente, son tan sólo valores totalmente prostituibles, basados en la oportunidad y la conveniencia. 

En este mundo, en el que la mayor parte de la población no dispone más que de un puñado de arroz al día para sobrevivir, si es que lo tiene; en el que no hay acceso al agua potable, y ya no digamos electricidad o educación u hospitales... En un mundo como este, no nos podemos permitir que nuestros gobiernos y nuestras sociedades releguen el bienestar de todos estos pueblos a los tiempos de vacas gordas.
Si dejamos la fraternidad, la solidaridad, y la cooperación, para cuando nos conviene... entonces es cierto que nuestra sociedad está muy enferma.




2 comentarios:

  1. Cuando no se puede no se puede y además es imposible. La caridad bien entendida comienza por uno mismo. Sólo decís lo que se ha reducido pero no la cantidad real y su porcentaje sobre el PIB.

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  2. Bien, es cierto que no se menciona la cantidad que va a manejar el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, igual que la de ningún otro país.

    En el caso de España es de 683 millones de euros, para el apartado de Cooperación al Desarrollo. Un 65,4% menos que el año pasado.
    Esa cantidad supone menos del 0,4% del PIB, muy alejado del acuerdo firmado por España en la ONU en la declaración del Milenio, que establece un 0,7%.

    Lo de que no se puede, por otra parte, es discutible. Países bien más pobres que nosotros sí que pueden mantener e incluso aumentar las ayudas.

    Lo que no es de recibo es que las autoridades, sean del color que sean, justifiquen la disminución de la ayuda argumentando que estamos en un mal momento.
    Porque entonces no podemos hablar de la solidaridad española, si no de las migajas que le sobran a España, que es algo muy distinto.

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