El padre José Ancízar Mejía Palomino, de 84 años de edad, fue asesinado el domingo en el departamento de Caldas (centro-oeste).
Él es el tercer sacerdote católico que muere de forma violenta en los últimos 20 días en Colombia. Las autoridades municipales de Riosucio, citadas por los medios locales, informaron que el sacerdote “fue asesinado en su vivienda por desconocidos”, sin añadir más detalles. Las autoridades locales ofrecieron una recompensa a cualquier persona que de información útil para identificar a los responsables.
El asesinato del padre Mejía Palomino ocurrió pocos días después del homicidio del padre Luis Alfredo Suárez, de 50 años de edad, quien fue asesinado el 1° de febrero en la localidad de Ocaña, en el departamento de Norte de Santander (noreste), donde estaba tomando unos días de vacaciones. El sacerdote recibió disparos realizados por un hombre que se encontraba en una motocicleta cerca de su casa. En un comunicado, publicado en la página web de los obispos y que condena el crimen, el presidente de la Conferencia Episcopal, el recientemente nombrado cardenal Rubén Salazar Gómez, lo calificó de “trágico y condenable”, y recordó que en algunas zonas del país donde reinan “las leyes de la bandas criminales”, el trabajo de los religiosos y los laicos que luchan por la paz “no es bien visto”.
Antes del padre Suárez, quien fue abatido por disparos de desconocidos el 16 de enero fue el padre Francisco José Vélez Echeverry, de 55 años de edad, asesinado en Tuluá, en el departamento del Valle del Cauca (centro-oeste). Según datos de la Conferencia Episcopal, en Colombia desde 1984 han sido asesinados 2 obispos, 83 sacerdotes, 8 religiosos y religiosas y 3 seminaristas
No hay comentarios:
Publicar un comentario