El periódico Ha’aretz,
denuncia que el gobierno de Tel Aviv habría repatriado secretamente a más de mil refugiados sudaneses en los últimos meses, sin informar al Alto Comisariato de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
La operación habría sido llevada a cabo con la complicidad de un tercer país, cuyo nombre omite el medio de información “para no poner en peligro a quienes en este momento están regresando a casa”.
EL ACNUR respondió al gobierno israelí que habla de repatriación “voluntaria”, afirmando que “no puede haber libertad de elección dentro de una prisión”. De acuerdo con las modificaciones a la ley de migraciones recientemente aprobadas, en Israel los solicitantes de asilo pueden ser encarcelados durante años sin proceso. Algunos testigos denuncian que a los detenidos se les impidió el acceso al ACNUR, en violación de la convención de la ONU sobre los refugiados de la cual Israel es firmataria.
La convención establece que también quienes no son formalmente refugiados en el momento en que sale de su país puede asumir ese estatus luego de algunos hechos, como por ejemplo entrar en territorio de un país enemigo. Esos “refugiados de hecho” gozan de la misma protección que los qeu han huido debido a “un temor justificado a persecuciones”.
Israel y Sudán son formalmente enemigos y la ley sudanesa prohíbe a sus ciudadanos entrar en el estado de Israel, ingreso que define y sanciona como “ofensa criminal”. En el 2011, en cambio, el gobierno de Tel Aviv inició oficialmente la repatriación de ciudadanos sursudaneses, en base a acuerdos logrados con las autoridades de Juba.
Hasta el momento el ministerio de Justicia israelí y las autoridades competentes no han comentado el tema.
EL ACNUR respondió al gobierno israelí que habla de repatriación “voluntaria”, afirmando que “no puede haber libertad de elección dentro de una prisión”. De acuerdo con las modificaciones a la ley de migraciones recientemente aprobadas, en Israel los solicitantes de asilo pueden ser encarcelados durante años sin proceso. Algunos testigos denuncian que a los detenidos se les impidió el acceso al ACNUR, en violación de la convención de la ONU sobre los refugiados de la cual Israel es firmataria.
La convención establece que también quienes no son formalmente refugiados en el momento en que sale de su país puede asumir ese estatus luego de algunos hechos, como por ejemplo entrar en territorio de un país enemigo. Esos “refugiados de hecho” gozan de la misma protección que los qeu han huido debido a “un temor justificado a persecuciones”.
Israel y Sudán son formalmente enemigos y la ley sudanesa prohíbe a sus ciudadanos entrar en el estado de Israel, ingreso que define y sanciona como “ofensa criminal”. En el 2011, en cambio, el gobierno de Tel Aviv inició oficialmente la repatriación de ciudadanos sursudaneses, en base a acuerdos logrados con las autoridades de Juba.
Hasta el momento el ministerio de Justicia israelí y las autoridades competentes no han comentado el tema.
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