Dos ataques suicidas ocurridos el viernes y el sábado; combates y explosiones ocurridos el domingo, según informa la agencia Misna.
La ciudad de Gao, que fue reconquistada por el gobierno maliense gracias a la ofensiva del ejército francés, ahora se ha convertido en el escenario de un nuevo tipo de guerra. Los islamistas del Movimiento por la Unidad de la Yihad en África Occidental (MUYAO) han cambiado de táctica y, luego de haberse retirado relativamente en buenos términos, ahora se enfrentan con sus enemigos utilizando métodos guerrilleros y kamikazes.
El saldo de los enfrentamientos ocurridos el domingo aún no se lo conoce y los medios malienses no han difundido cifras oficiales. Sin embargo, los hechos de los últimos días indican la presencia de los grupos armados que durante nueve meses controlaron el norte de Mali, si bien, mientras tanto, los franceses han conquistado Tessalit, una ciudad que se encuentra más al norte y desde la cual, en enero de 2012, partió la ofensiva rebelde.
Lo que pone en duda la capacidad del ejército maliense de poder de mantener el control del territorio, si lo dejan solo, fueron los enfrentamientos ocurridos el viernes entre los boinas verdes y los boinas rojas, las dos divisiones que ya se habían enfrentado tras el golpe de Estado contra el ex presidente Amadou Toumani Touré. El hecho obligó al actual Jefe de Estado, Dioncounda Traoré, a dirigir un mensaje a los soldados, en el que pidió que cesen con toda controversia, a la luz de los operativos militares que se están llevando a cabo en el norte.
Mientras tanto, desde el frente, las noticias que llegan son pocas y no verificables directamente. Los franceses y sus aliados africanos ahora se dirigen hacia Kidal y Bourem, pero el avance victorioso no significa necesariamente que el conflicto esté llegando a su fin, como lo demuestran los hechos de Kidal y varios cadáveres hallados en Tombuctú.
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