“Vive sencillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir. Los
mejores regalos se hacen con las manos”.
Este es el mensaje elegido por
Cáritas con motivo del Día de Caridad,
que este año se celebra el domingo 10 de junio, fiesta del Corpus Christi.
Construir una
sociedad nueva
Con esta invitación, Cáritas lanza a toda la sociedad una
propuesta “para caminar juntos hacia un nuevo modelo social más humano y más
justo, y construir una sociedad nueva en la que la Humanidad actúe como una
gran familia que se interpela y se cuestiona sobre la realidad de pobreza e
injusticia que predomina en el mundo”.
Para impulsar ese cambio, desde Cáritas se apuesta por hacer
realidad otros modelos de comercio y de consumo, que no se basen en primar el
enriquecimiento por encima del bienestar y la dignidad de las personas.
En esa línea, la invitación a “vivir sencillamente” para
garantizar la vida de quienes se debaten en condiciones de máxima precariedad
social y económica supone confiar en quienes son nuestros hermanos compartiendo
la vida y los bienes, y haciendo posible, para todos y en esta coyuntura, la multiplicación
de los panes y los peces. El reto está en conseguir que “la lógica del don se
convierta en el motor de nuestras vidas”.
Poner todos los
medios para acabar con la pobreza
En el Día de Caridad, desde Cáritas se pide “a nuestros
gobernantes que luchen con todos sus medios para acabar con la pobreza y la
exclusión; que no recorten los gastos sociales, sino que los incrementen para
paliar los efectos de esta crisis en los más vulnerables”.
Asimismo, se insta a los poderes públicos a “que mejoren sus
políticas de empleo; que cumplan su compromiso de contribuir con el 0,7% de
nuestra riqueza anual a los países empobrecidos; y que cumplan los Objetivos de
Desarrollo del Milenio que se marcaron para el año 2015”.
Cáritas invita también a los ciudadanos a tener “la
convicción cierta de que sí podemos hacer algo para mejorar la vida de miles de
personas en el mundo” y de que “con nuestra manera de vivir, de comportarnos,
de actuar ética y comprometidamente, podemos influir para bien en nuestro
entorno”. “Cada uno de nosotros –se señala en el díptico editado para el Día de
Caridad-- tiene un trozo de mundo en el que sí que puede hacer algo para hacer
posible una sociedad mejor”.
Llamada de los
obispos a buscar el bien de todos
Por su parte, los obispos que integran la Comisión Episcopal
de Pastoral Social aseguran en su mensaje para el día de Corpus, Día de la Caridad
con motivo del Día de Caridad que en estos “momentos difíciles no podemos
quedarnos de brazos cruzados ante la situación de extrema necesidad que viven
muchos hermanos nuestros, pensando que no podemos hacer nada con nuestras
limitadas fuerzas”. Para remediarlo, proponen asumir “un claro compromiso en
favor de los más necesitados y vencer la tentación de crear necesidades para
promover principalmente el desarrollo económico”.
“Es imprescindible mirar a la persona como sujeto de
desarrollo, miembro de la comunidad humana, y no como simple consumidor”,
afirman los prelados, que ven necesario “lograr que las relaciones de mercado
estén sujetas a las exigencias morales de reciprocidad solidaria, como demanda
una justa economía social de mercado”.
“Si de verdad queremos y buscamos el bien de todos,
especialmente de los más pobres, habrá que sobrepasar, muchas veces, la
justicia legal con la gratuidad propia de la caridad cristiana”. Esta es la
propuesta que lanza la Comisión de Pastoral Social para afrontar la crisis, que
pasa por no “cerrarnos cada uno en nuestro propio interés, sino buscar juntos
lo que es mejor para todos en coherencia con la lógica del bien común y de la
comunicación cristiana de bienes”.
Un millón de personas acompañadas en 2011 en la red de Acogida de Cáritas
El Día de Caridad es también el
momento del año elegido por las 68 Cáritas Diocesanas del país para rendir
cuentas públicas de sus acciones contra los efectos de la pobreza y evaluar
cuál sigue siendo el impacto de la crisis en sus programas y servicios.
Según un avance de datos del
nuevo informe del Observatorio de la Realidad Social de Cáritas, que se
publicará en breve, el número de personas atendidas en todo el país a través de
la red estatal de Acogida y Atención primaria se ha disparado en los últimos
años, al pasar de 370.251 en 2007 a 1.001.761 personas en 2011.
Una tercera parte de las
personas que acudieron a Cáritas en demanda de ayuda de emergencia (unas
300.000 personas) lo hicieron “por primera vez”. Además, un tercio de quienes
recibieron ayuda en 2009 tuvieron también algún apoyo social de Cáritas en
2011; de hecho, el 44% de las personas acogidas llevan, como media, tres o más
años demandando ayuda de la institución.
El rostro de las personas
atendidas
El perfil mayoritario de las
personas que han sido acompañadas por Cáritas durante 2011 a través de la red
de Acogida es el de personas solas, parejas con hijos y familias
monoparentales; jóvenes adultos de entre 30 y 44 años; españoles e inmigrantes
irregulares (principalmente “sobrevenidos”); personas en riesgo de perder su
vivienda; y usuario sin ingresos, o con Rentas Básicas o Mínimas. También
aumenta el número de personas en paro que carecen de prestaciones por desempleo.
Las ayudas más demandadas en
Cáritas en 2011 siguen siendo, por este orden, alimentación, vivienda y empleo,
que son los capítulos a los que se destinan, por ese mismo orden, mayor volumen
de recursos económicos.
Riesgo de dualización social
A la luz de su experiencia
diaria de trabajo con las personas en situación precaria, Cáritas alerta
también de que la acumulación de desventajas en más de una cuarta parte de la
población española conlleva un riesgo real de dualización y de falta de
cohesión social.
Esta tendencia se manifiesta en el incremento de la
desigualdad en España, en que el crecimiento de la pobreza se esté concentrando
especialmente en los hogares con sustentadores principales jóvenes y con
menores, el repliegue de los sistemas de protección social o el desgaste de los
mecanismos de protección familiar.
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