martes, 19 de junio de 2012

Viaje de la Canciller de Ruanda a la República Democrática del Congo

La ministra de Asuntos Exteriores de Ruanda, Dª Louise Mushikiwabo, ha mantenido conversaciones ayer en Kinshasa, R.D.Congo, con el ministro de Asuntos Exteriores de este país,  sobre el conflicto que se vive en la provincia congoleña de Kivu Norte, según informa la Agencia Misna.

En las últimas semanas, las relaciones entre los gobiernos de Kinshasa y Kigali se han vuelto cada vez más tensas a causa de la presunta participación del vecino país en la nueva crisis que desestabiliza el este del Congo.

El pasado 9 de junio, Lambert Mende, portavoz del gobierno congoleño acusó al gobierno de Ruanda de “pasividad u otra cosa peor”. En concreto, Kinshasa acusa a Kigali de haber proporcionado armas y efectivos al nuevo ‘Movimiento del 23 de marzo’ (M23) formado por ex-rebeldes integrados tres años atrás en las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC). Según algunas fuentes, los amotinados estarían al servicio del general prófugo Bosco Ntaganda, líder del Congreso Nacional de Defensa del Pueblo (CNDP, un antiguo grupo rebelde tutsi), y sobre quien pesa una orden de captura internacional del Tribunal Penal internacional de La Haya.

La ministra Mushikiwabo –que realiza una gira diplomática que ya la ha llevado a Kampala, Dar-Es-Salaam, Buyumbura y Luanda– calificó las acusaciones de “una enorme mentira que hace de Ruanda el chivo expiatorio sólo para distraer la atención de los verdaderos problemas internos congoleses”, y niega toda participación de cualquier tipo en la reactivación de la violencia en Kivu del Norte.

Louise Mushikiwabo
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, por su parte, ha pedido la apertura de una “investigación completa e imparcial” de los enfrentamientos y violaciones de los derechos humanos en la turbulenta provincia congoleña. Al concluir el viernes una reunión a ese propósito, los 15 países miembros del Consejo han “condenado con firmeza” el amotinamiento del ‘M23’ y manifestaron su preocupación por la inseguridad y por la situación humanitaria  de decenas de miles de personas desplazadas o refugiadas más allá de las fronteras. El Consejo pidió además a los países de la región, especialmente a los limítrofes, “un apoyo a Kinshasa” y que dejen de “apoyar a algunos grupos armados que son al principal causa de inseguridad y del deterioro de la situación humanitaria”, dice la emisora congoleña ‘Radio Okapi’.

En el este congoleño la vida de los civiles peligra no sólo por los enfrentamientos entre las FARDC y el ‘M23’, sino también por otros grupos que aprovechan el desorden y llevan a cabo ataques casi diarios. En las últimas semanas cientos de civiles han perdido la vida en las dos provincias de Kivu, a manos de los milicianos ‘Mayi Mayi’ y de la rebelión hutu de las ‘Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda’ formada en buena parte por ruandeses que se refugiaron en el este del Congo después del genocidio de 1994

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