Informa la Agencia Fides, de que un maxi secuestro de 150 fieles greco-católicos ha conmocionado a la
comunidad cristiana en el pueblo de Rableh, situado entre la frontera
con el Líbano y la ciudad de Qusayr, en la provincia de Homs. Se trata
de obreros y campesinos, hombres, jóvenes y mujeres, que estaban a unos
pocos kilómetros del pueblo, trabajando en los campos recogiendo
manzanas, una importante fuente de ingresos para la población local. El
católico Abou Fadel, padre de una de las víctimas, contactado por la
Agencia Fides, narra que escuchó disparos y metralletas, “así que fuimos
a ver lo que estaba sucediendo”. Vimos muchas camionetas y pick-ups que
se llevaban a la gente. En los campos quedaban sólo las cajas con las
manzanas recogidas”.
Abou Fadel informa que “esta región desde hace meses está casi por completo bajo el control de bandas armadas que la controlan. En las últimas semanas, no podíamos cuidar de los árboles en los campos por falta de seguridad. Después, gracias a un acuerdo iniciado por el gobernador de Homs, la situación parecía haber mejorado”. Y continúa: “Estoy muy preocupado. Mi hijo está entre los secuestrado y muchos jóvenes de nuestra familia han desaparecido. ¿Por qué? ¿Qué es lo que quieren los secuestradores? Tememos por su suerte. Somos un pueblo tranquilo, cerca del santuario del profeta Elías, venerado por los cristianos y los musulmanes. Queremos vivir en paz con todos”.
Contactado por la Agencia Fides, el Patriarca greco-católico de Damasco, Gregorios III Laham, al ser informado de lo ocurrido, “ruega a Dios que ayude a los inocentes y pobres”. El Patriarca lanza un llamamiento: “Hago un llamamiento a todos los beligerantes para que respeten los derechos civiles y salven las vidas inocentes”. Algunos líderes cristianos están tratando de contactar a las Ong locales y las organizaciones internacionales para pedir asistencia ante esta trágica situación.
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