El 17 de diciembre de 1999, a través de la resolución 54/134,
la Asamblea General ha declarado el 25 de noviembre como el Día
Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y ha
invitado a los gobiernos, las organizaciones internacionales y las
organizaciones no gubernamentales a que organicen en ese día actividades
dirigidas a sensibilizar a la opinión pública respecto al problema de
la violencia contra la mujer.
Desde 1981, las militantes en favor del derecho de la mujer
observan el 25 de noviembre como el día contra la violencia. La fecha
fue elegida como conmemoración del brutal asesinato en 1960 de las tres
hermanas Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana, por
orden del gobernante dominicano Rafael Trujillo (1930-1961).
El 20 de diciembre de 1993, la Asamblea General aprobó la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer (A/RES/48/104).
Mensaje del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, 2012:
Millones de mujeres y niñas de todo el mundo son agredidas,
golpeadas, violadas, mutiladas o incluso asesinadas en lo que
constituyen atroces violaciones de sus derechos humanos. Desde el campo
de batalla a sus hogares, en la calle, en la escuela, en su lugar de
trabajo o en su comunidad, hasta un 70% de mujeres han experimentado
violencia física o sexual en algún momento de su vida. Hasta una cuarta
parte de todas las mujeres embarazadas se han visto afectadas.
Con demasiada frecuencia los responsables quedan impunes. Las
mujeres y las niñas tienen miedo de hablar debido a la cultura de
impunidad reinante. Debemos combatir la sensación de miedo y vergüenza
que castiga a las víctimas que ya han sido objeto de un delito y
posteriormente se enfrentan al estigma que ello representa. Son los
autores del delito quienes deben avergonzarse, no sus víctimas.
Mi campaña «Unidos para poner fin a la violencia contra las
mujeres» está recabando la colaboración de los gobiernos, las
organizaciones internacionales, los grupos de la sociedad civil, los
medios de comunicación y los ciudadanos de a pie. El año pasado, cuando
en el marco de esta campaña preguntamos a los jóvenes de todo el mundo
de qué modo tenían previsto ayudar a promover esta importante causa, me
sentí muy alentado por las respuestas recibidas. Muchos jóvenes pidieron
que se pusiera fin a la ignorancia y señalaron que no deberíamos
tolerar las actitudes negativas. Exigieron que alzásemos nuestras voces
para promover los derechos humanos y sumásemos nuestras fuerzas para
ayudar a las víctimas. Un joven dijo sencillamente que los niños podían
combatir la violencia contra la mujer “convirtiéndose en padres y
esposos responsables y respetuosos”.
Las Naciones Unidas actúan en todos estos frentes. Estamos creando
una mayor conciencia mediante programas de divulgación pública. Este
mes, el Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para poner fin a la
violencia contra la mujer ha anunciado su intención de destinar 8
millones de dólares a iniciativas locales en 18 países. Los miembros de
mi Red de Hombres Líderes en expansión están haciendo frente a la
violencia mediante la sensibilización de la opinión pública, el fomento
de una mejor legislación y pidiendo cuentas a los gobiernos.
A medida que vayamos ampliando estas iniciativas, debemos
cuestionar en lo fundamental la cultura de discriminación que permite
que la violencia continúe. En este Día Internacional, exhorto a todos
los gobiernos a que cumplan su promesa de poner fin a todas las formas
de violencia contra las mujeres y las niñas en todas las partes del
mundo, e insto a toda la población a que apoye este importante objetivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario