Ha superado el umbral de los cien muertos palestinos el saldo de seis
días de bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza, según informó el
Ministerio de Salud de Gaza (que desde 2007 es gobernada de facto por
Hamás). El Ministerio señaló que entre las víctimas había 24 niños y 10
mujeres. Por otra parte, los misiles palestinos, que en parte son
interceptados por el escudo antimisiles “Iron dome”, en total dejaron un
saldo de 3 muertos y decenas de heridos. Una cifra similar fue
difundida por el ejército israelí, según el cual un tercio de las
víctimas eran civiles. Uno de los últimos en ser atacados fue un
comandante militar de la Yihad Islámica y, por segunda vez en dos días,
los aviones de combate israelíes atacaron un edificio que alberga varias
salas de redacción de periódicos.
Cuando aún no está claro si Israel tiene intención de invadir por tierra con sus tropas a la Franja, los dos principales movimientos políticos palestinos, Hamás y Al Fatah (que gobierna Cisjordania) dejaron de lado sus rivalidades y anunciaron que desean terminar con las divisiones. Más allá de este cambio de posición, cuya consistencia sólo será constatada con el tiempo, en este momento El Cairo parece ser la clave de la crisis política. De hecho, por la capital transitaron representantes políticos y de instituciones internacionales que se oponen a la ofensiva israelí o que están trabajando para llegar a una tregua. Los esfuerzos de Egipto para lograr una mediación recibieron el apoyo de la Unión Europea.
En El Cairo se espera la llegada del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon (quien se reuniría con representantes de Palestina e Israel) y hoy, en la misma ciudad, dio una conferencia de prensa Jaled Meshal, líder histórico de Hamás que desde hace años vive en el exilio y hasta hace poco se encontraba en Siria. Meshal declaró con respecto al primer ministro israelí que “Netanyahu quería lograr varios objetivos, pero no tuvo éxito. Logró matar al comandante Ahmed Yabari y habría querido dañar la infraestructura militar de Hamás, en particular los misiles de largo alcance (…). Hace cálculos políticos; cálculos para las próximas elecciones, pero está matando niños”.
La pérdida de vidas inocentes es uno de los puntos que, según algunos observadores y una parte de la prensa israelí, estaría frenando una invasión por tierra. Cualesquiera que sean los objetivos israelíes, esta vez, en comparación con la ofensiva “Plomo Fundido” de 2008-2009, Israel se enfrenta a un mundo árabe diferente y aun aliado regional menos que es decisivo. Turquía, por su parte, que desde hace tiempo ha entrado en ruta de colisión con Israel, condenó inmediatamente los ataques y mañana su canciller, Ahmet Davutoglu, iría a la Franja de Gaza, como parte de una iniciativa de la Liga Árabe.
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