Imagen del Campo de Dolo Ado |
Alcanzado un nivel récord de 170.000 personas el campo de refugiados de
Dolo Ado, en Etiopía, en la frontera con Somalia, con lo que se ganó el
lamentable título del segundo campo de refugiados más grande del mundo.
Así lo anunció el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados
(ACNUR), según el cual, si bien el número de refugiados somalíes que
llegan al país se ha reducido en los últimos meses, el flujo nunca se ha
detenido.
Desde principios de 2012, unos 60.000 somalíes escaparon al exterior del país de la guerra, las hambrunas y la pobreza. De estos, 25.000 fueron a parar a cinco campos en Etiopía (Buramino, Kobe, Hillaweyn, Bokolmanyo y Melkadida), que juntos forman el complejo de Dolo Addo.
Los somalíes son la comunidad más grande de refugiados en Etiopía, un país que también es el hogar de unos 91.000 sudaneses, 61.000 eritreos y 4.000 refugiados de diferentes nacionalidades.
Según el ACNUR, la emergencia en Somalia sigue siendo una de las peores crisis humanitarias del mundo, ya que casi un tercio de sus 7 millones y medio de habitantes se ven obligados a huir, ya sea como refugiados o como desplazados internos.
Tristemente, de los campos de refugiados el más grande del mundo sigue siendo el de Dadaab (en Kenia), un complejo formado por otros cuatro centros (Dagahaley, Ifo, Ifo II y Hagadera) y que en la actualidad alberga alrededor de 463.000 personas, es decir cinco veces el volumen de personas para el que fue diseñado en 1991.
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