“Lo que piden los Estados Unidos y
Francia causará muchos problemas. Se sabe cuando comienza una
intervención militar pero no cuándo termina. Libia es un buen ejemplo de
ello. Por ese motivo esperamos que Argel siga oponiéndose a una
intervención extranjera para privilegiar el diálogo”, declaró Mahmoud
Guemama, diputado por Tamanrasset, una región de Argelia que limita con
Mali, según informa la Agencia Misna.
El representante tuareg, que habla en nombre de los líderes del
Ahaggar –la región en la que viven unos 50.000 tuaregs argelinos– se
pronunció sobre la suerte del país vecino en el día de la visita de la
Secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton, que fue a buscar el
apoyo del presidente Abdelaziz Bouteflika. Desde hace semanas la
Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDEAO) está
empeñada en consultas con las potencias occidentales y las Naciones
Unidas para definir los términos de una misión militar en la región
septentrional de Mali, siguiendo el pedido del Consejo de Seguridad de
la ONU.
“La intervención extranjera en Mali tiene
objetivos colonialistas. En realidad en la mira de la crisis del norte
maliense está Argelia”, señaló Guemama, destacando las estrechas
relaciones tribales y familiares de los tuaregs establecidos en Argelia,
Mali y Níger.
La visita de Hillary Clinton al país del
norte de África concluyó sin que las autoridades argelinas se
pronunciaran oficialmente, aunque fuentes diplomáticas dieron a entender
que Bouteflika toleraría una intervención africana, pero no la
participación directa de Argelia. Para una solución política, Argel
estaría interesado en la participación tanto del Movimiento Nacional de
Liberación del Azawad (MNLA) como de los islamistas de Ansar Al Din.
Las consultas seguirán adelante “a nivel
bilateral y con los socios regionales, en concertación con la CEDEAO, la
Unión Africana y la ONU para tratar de buscar soluciones a la crisis de
Mali” dijo Clinton antes de su partida. La Secretaria de Estado
estadounidense insistió en que “la potencia militar y su capacidad de
recoger informaciones, hacen de Argelia el país más poderoso del Sahel,
un socio crucial en la lucha contra Al Qaeda en el Magreb Islámico
(AQMI)”.
El Fondo Monetario Internacional (FMI)
anunció también la reanudación de la plena cooperación con Bamako, que
había sido suspendida luego del golpe de estado militar del 22 de marzo.
Un comunicado de la institución financiera fue leído anoche ante la
televisión estatal ‘ORTM’. El FMI ha enviado un representante a Bamako
desde el 1º de octubre. También la Unión Africana revocó la semana
pasada la suspensión del país. Desde Timbuctú, una de las tres capitales
estatales controladas por los grupos armados, llegan en cambio
denuncias de la población sobre daños causados a la pista del aeropuerto
local por elementos de Ansar Al Din, que también habrían atacado varios
monumentos en la ciudad, entre ellos el de la Independencia, patrimonio
mundial de la humanidad.