sábado, 27 de octubre de 2012

China advierte a Japón de que puede usar medidas más enérgicas


Según informa la agencia Prensa Latina, China advirtió a Japón que tomará medidas más enérgicas para defender su soberanía, en la continuación de la grave crisis que enfrenta a ambos países en su disputa territorial por las islas Diaoyu, informó hoy la prensa oficial. "Queremos vivir en armonía con todos los países, incluido Japón, pero tenemos que defender nuestros principios y punto", dijo el viceministro del Exterior Zhang Zhijun, citado por la agencia estatal de noticias Xinhua.

China y Japón están atrapados en la peor crisis desde el restablecimiento de sus relaciones hace 40 años por la decisión del gobierno nipón de comprar tres islotes del archipiélago Diaoyu sin hacer caso alguno a las protestas de Beijing, que considera esa acción como violatoria de la soberanía nacional.

Las declaraciones hechas anoche por el diplomático chino ocurren en momentos en que Japón prepara sus fuerzas armadas para realizar maniobras militares conjuntas con Estados Unidos que tienen como misión táctica ensayar el rescate de una isla que ha sido ocupada por una potencia enemiga.

Zhang insistió en que China sigue una política de paz, amistad y asociación con sus países vecinos y mantiene el principio de que la mejor manera de solucionar los problemas bilaterales es mediante el diálogo y las negociaciones.

"Sin embargo, si alguien quiere poner a prueba hasta dónde China está dispuesta a llegar en los asuntos de soberanía, entonces no habrá ninguna alternativa que la de responder de manera contundente", afirmó.

La dureza de las palabras del vicecanciller chino parece ser un indicio de la ausencia de progresos en los contactos que mantienen en privado desde el 25 de septiembre último con su contraparte nipón Chikao Kawai para tratar de aflojar las tensiones en la disputa territorial por las islas Diaoyu.

China sostiene que ese archipiélago es parte de su territorio nacional desde épocas remotas y que Japón se apoderó de esos islotes junto con Taiwán mediante un tratado desigual que impuso a los gobernantes manchúes de la Dinastía Qing al derrotarlos en la guerra de 1895.

Ambos países aceptaron mantener a un lado la vieja disputa por ese archipiélago, que Japón llama Senkaku,
Islas Diaoyu
para su futura solución, a fin de despejar el camino a las negociaciones que culminaron en la normalización de las relaciones diplomáticas bilaterales en 1972 y en la firma del Tratado de Paz y Amistad en 1978.

Analistas militares chinos atribuyen el vuelco dado por Tokio en sus relaciones con Beijing a la fuerte influencia de sectores derechistas nipones que esperan aprovechar el presente crecimiento de la presencia militar de Estados Unidos en la región de Asia-Pacífico en beneficio de sus viejas aspiraciones expansionistas. "La parte japonesa debe solucionar el problema, abandonar sus ilusiones y tomar acciones concretas para volver a la normalidad", dijo Zhang, quien a su juicio las acciones del gobierno en Tokio han causado la más grave repercusión en las relaciones bilaterales.

"Lo que las fuerzas derechistas japonesas querían hacer y lograr fue finalmente realizado por el Gobierno de ese país", añadió.

Zhang advirtió que si esas fuerzas derechistas no son frenadas, sino que por el contrario son utilizadas y estimuladas, entonces podrán envalentonarse aún más y conducir a Japón por una ruta peligrosa.

"No queremos ver que la situación se vaya fuera de control... pero eso no lo decide la parte china", expresó.

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