El día Internacional de la no violencia es observado el 2 de octubre,
el aniversario del nacimiento de Mahatma Gandhi, líder del movimiento de
la Independencia de la India y pionero de la filosofía y la estrategia
de la no violencia.
De acuerdo con la resolución A/RES/61/271
de la Asamblea General de la ONU del 15 de junio del 2007 , la cual establece que
la conmemoración, el Día Internacional es una ocasión para «diseminar
el mensaje de la no violencia, incluso a través de la educación y la
conciencia pública». La resolución reafirma «la relevancia universal del
principio de la no violencia» y el deseo de «conseguir una cultura de
paz, tolerancia, comprensión y no violencia».
Al presentar la resolución en la Asamblea General, representando a
140 patrocinadores, el Ministro de Estado para Asuntos Exteriores de la
India, el Sr. Anand Sharma, dijo que el amplio y diversificado
patrocinio de la resolución constituía un reflejo del respeto universal
hacia Mahatma Ghandi y de la perdurable relevancia de su filosofía.
Al
citar las propias palabras del difunto líder, dijo que «la no violencia
es la mayor fuerza a la disposición de la humanidad. Es más poderosa que
el arma de destrucción más poderosa concebida por el ingenio del
hombre».
Este año, tuve el privilegio de rendir homenaje a Mahatma Gandhi en el mausoleo Raj Ghat de Nueva Delhi. La visión y el ejemplo de Gandhi demuestran cómo una sola persona puede cambiar el mundo. En homenaje a su legado perdurable, todos los años celebramos el Día Internacional de la No Violencia en el aniversario de su nacimiento.
En estos tiempos de agitación y transición globales, conviene recapacitar durante un momento y reflexionar sobre el mensaje de paz y comprensión de Gandhi.
En estos días vemos cómo se está poniendo a prueba a la tolerancia en todo el mundo. Los combates se cobran un elevado saldo en lugares como Afganistán, Siria o el Sahel. La crisis económica alimenta la xenofobia y otras formas de discriminación, tan peligrosas como letales. El terrorismo, la trata de seres humanos, las violaciones de los derechos humanos y la violencia contra las mujeres amenazan a millones de personas.
Tenemos que seguir trabajando para conseguir que haya entendimiento entre religiones, entre comunidades y entre países, y también dentro de cada religión, comunidad y país.
He decidido que la prevención sea una prioridad clave del programa de acción quinquenal de las Naciones Unidas. Pero la prevención es algo más que separar a las partes en litigio y aliviar las tensiones. Para abordar de raíz las causas profundas de los conflictos y la intolerancia necesitamos una cultura de no violencia y de paz.
Los gobiernos deben ir a la vanguardia pero, en última instancia, los fundamentos de la no violencia los construirán las personas: profesores y líderes religiosos, padres y representantes comunitarios, empresarios y grupos sociales de base.
Probablemente es más fácil empuñar un arma que olvidar un rencor. Probablemente es más sencillo encontrar errores que encontrar una forma de perdonar. Y sin embargo, me han conmovido profundamente las comunidades y las personas de todos los rincones del mundo que han hallado inspiración en el ejemplo de Gandhi y han promovido auténticos cambios.
Aprovechemos la fuerza de todas esas iniciativas y trabajemos juntos para construir un mundo de no violencia y paz duradera.
Mensaje del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, para el Día Internacional de la No Violencia 2012:
Este año, tuve el privilegio de rendir homenaje a Mahatma Gandhi en el mausoleo Raj Ghat de Nueva Delhi. La visión y el ejemplo de Gandhi demuestran cómo una sola persona puede cambiar el mundo. En homenaje a su legado perdurable, todos los años celebramos el Día Internacional de la No Violencia en el aniversario de su nacimiento.
En estos tiempos de agitación y transición globales, conviene recapacitar durante un momento y reflexionar sobre el mensaje de paz y comprensión de Gandhi.
En estos días vemos cómo se está poniendo a prueba a la tolerancia en todo el mundo. Los combates se cobran un elevado saldo en lugares como Afganistán, Siria o el Sahel. La crisis económica alimenta la xenofobia y otras formas de discriminación, tan peligrosas como letales. El terrorismo, la trata de seres humanos, las violaciones de los derechos humanos y la violencia contra las mujeres amenazan a millones de personas.
Tenemos que seguir trabajando para conseguir que haya entendimiento entre religiones, entre comunidades y entre países, y también dentro de cada religión, comunidad y país.
He decidido que la prevención sea una prioridad clave del programa de acción quinquenal de las Naciones Unidas. Pero la prevención es algo más que separar a las partes en litigio y aliviar las tensiones. Para abordar de raíz las causas profundas de los conflictos y la intolerancia necesitamos una cultura de no violencia y de paz.
Los gobiernos deben ir a la vanguardia pero, en última instancia, los fundamentos de la no violencia los construirán las personas: profesores y líderes religiosos, padres y representantes comunitarios, empresarios y grupos sociales de base.
Probablemente es más fácil empuñar un arma que olvidar un rencor. Probablemente es más sencillo encontrar errores que encontrar una forma de perdonar. Y sin embargo, me han conmovido profundamente las comunidades y las personas de todos los rincones del mundo que han hallado inspiración en el ejemplo de Gandhi y han promovido auténticos cambios.
Aprovechemos la fuerza de todas esas iniciativas y trabajemos juntos para construir un mundo de no violencia y paz duradera.
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