Ayer miércoles, un obús del ejército sirio ha matado a al menos cinco personas en
Turquía. Lo han confirmado las autoridades de Akcakale, una localidad
situada en la frontera que desde hace semanas sufre la violencia de los
combates que libran las fuerzas leales al regimen y los rebeldes sirios.
El proyectil impactó frontalmente contra una vivienda. Los muertos
son cuatro niños y una mujer. Entre los heridos hay civiles y policías.
Akcakale está situada junto al puesto fronterizo de Tall al-Abyad,
desde hace diez días en manos de los insurgentes sirios. Los rebeldes
también controlan los pasos de Bab al-Hawa, Al-Salama y Jarabulus.
Por su parte, el Ejército turco disparó contra objetivos sirios en
respuesta al ataque de mortero, la escalada bélica más grave entre los
dos países vecinos desde que hace 18 meses comenzó un levantamiento
para derrocar al presidente sirio, Bashar el Asad.
La OTAN pidió un cese inmediato de los "actos agresivos" contra
Turquía, miembro de la Alianza Atlántica, tras una reunión de urgencia.
"Nuestras fuerzas armadas en la región fronteriza respondieron de inmediato a este abominable ataque en línea con sus normas de compromiso; los objetivos fueron atacados mediante fuego de artillería contra lugares de Siria identificados por radar", dijo el comunicado de la oficina del primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan.
"Turquía nunca dejará sin respuesta este tipo de provocaciones del régimen sirio en contra de nuestra seguridad nacional", agregó.
No hubo información de manera inmediata sobre los objetivos de los ataques turcos ni estaba claro quién había disparado el mortero que cayó en territorio turco.
La primera reacción oficial siria dijo que respeta la soberanía de los países vecinos y urgió a "estados y gobiernos" a actuar con sabiduría y racionalidad.
La reunión de la OTAN se celebró al amparo del Artículo 4 de la Carta de la alianza militar, que establece consultas cuando un estado miembro siente que su integridad territorial, independencia política o seguridad está bajo amenaza.
"La alianza sigue estando detrás de Turquía y pide un cese inmediato de estos actos agresivos contra un aliado, y urge al régimen sirio a poner fin a las violaciones flagrantes del derecho internacional", afirmó el comunicado tras la reunión.
El ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Ahmed Davutoglu, conversó vía telefónica con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y homólogos de varios miembros del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el incidente, sostuvo el documento.
Ban urgió al Gobierno sirio a respetar la integridad territorial de sus vecinos y advirtió de la extensión del conflicto que comenzó hace 18 meses en el país a la región.
El lunes, el ministro sirio de Asuntos Exteriores acusó a Turquía, Estados Unidos, Francia, Arabia Saudí y Qatar de armar y financiar a los rebeldes que tratan de derrocar a Asad.
"Nuestras fuerzas armadas en la región fronteriza respondieron de inmediato a este abominable ataque en línea con sus normas de compromiso; los objetivos fueron atacados mediante fuego de artillería contra lugares de Siria identificados por radar", dijo el comunicado de la oficina del primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan.
"Turquía nunca dejará sin respuesta este tipo de provocaciones del régimen sirio en contra de nuestra seguridad nacional", agregó.
No hubo información de manera inmediata sobre los objetivos de los ataques turcos ni estaba claro quién había disparado el mortero que cayó en territorio turco.
La primera reacción oficial siria dijo que respeta la soberanía de los países vecinos y urgió a "estados y gobiernos" a actuar con sabiduría y racionalidad.
La reunión de la OTAN se celebró al amparo del Artículo 4 de la Carta de la alianza militar, que establece consultas cuando un estado miembro siente que su integridad territorial, independencia política o seguridad está bajo amenaza.
"La alianza sigue estando detrás de Turquía y pide un cese inmediato de estos actos agresivos contra un aliado, y urge al régimen sirio a poner fin a las violaciones flagrantes del derecho internacional", afirmó el comunicado tras la reunión.
El ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Ahmed Davutoglu, conversó vía telefónica con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y homólogos de varios miembros del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el incidente, sostuvo el documento.
Ban urgió al Gobierno sirio a respetar la integridad territorial de sus vecinos y advirtió de la extensión del conflicto que comenzó hace 18 meses en el país a la región.
El lunes, el ministro sirio de Asuntos Exteriores acusó a Turquía, Estados Unidos, Francia, Arabia Saudí y Qatar de armar y financiar a los rebeldes que tratan de derrocar a Asad.
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