Según informa la Agencia Fides, en Pakistán hay más de 10 millones de niños trabajadores en el grupo de
edad comprendido entre los 10 y 15 años, muchos de ellos empleados en la
pesca, las minas, las cosechas y los hornos. Según el último informe
anual de la Sociedad para la Protección de los Derechos del Niño
(SPARC), titulado 'El estado de los niños de Pakistán 2011', a raíz de
las constantes inundaciones del país, 1,8 millones de niños han
abandonado la escuela en los últimos 2 años. Los niños de la calle viven
principalmente en las ciudades de las zonas afectadas por las
inundaciones, y sólo el 53% de ellos se benefician de programas
nutricionales. Mientras tanto, el conflicto armado en el norte ha
aumentado el reclutamiento de niños soldados y terroristas suicidas. El
fenómeno se ve agravado por el número de escuelas que se han visto
obligadas a cerrar.
Los militares han destruido o dañado parcialmente 710 escuelas, penalizando así a 600 mil niños de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa. Las áreas tribales bajo la Administración Federal ya habían cerrado otras 956 escuelas en 2010 a causa de las amenazas de los militares. El escenario político y económico actual ha agravado el fenómeno del trabajo infantil. La intensificación de la crisis energética en el país ha aumentado la demanda de mano de obra y el aumento de niños que trabajan en las fábricas. Por otra parte, el gobierno ha reducido la inversión en el ámbito de la educación, pasando en el último balance del 2 al 1, 8%.
Un factor decisivo ha sido el impacto de los fundamentalistas religiosos en los niños. Debido a la falta de supervisión y regulación por parte del gobierno, en las escuelas islámicas no registradas se han individuado formas extremas de castigo corporal por parte de los religiosos autorizados. La islamización de los libros de texto discrimina a los estudiantes no musulmanes. Los niños que pertenecen a las minorías son obligados a convertirse al Islam a través de la violencia y los secuestros, realizados por organizaciones extremistas y religiosas. Del informe del SPARC también emergen 2.303 casos de abuso sexual de menores, 1.421 casos de detención, 7.000 casos de secuestro, 167 muertes de niños soldados en la provincia septentrional y 27 pequeños hindú secuestrados en los últimos meses del 2011 para pedir un rescate.
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