En la última década cinco países
africanos abolieron la pena de muerte y otros dos –Nigeria y Sierra
Leona– han suspendido oficialmente su aplicación: ese es uno de los
puntos más significativos que se destacarán hoy en las muchas
iniciativas relacionadas con la celebración de la 10ª Jornada
Internacional contra la Pena de Muerte.
Organizada por la Coalición contra la
Pena de Muerte –una red que integra a las principales expresiones de la
sociedad civil mundial– la Jornada servirá para recordar también los
grandes progresos logrados en África, cuya contribución ha sido decisiva
en los últimos años para la aprobación de una moratoria internacional
por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Según informaciones actuales, en África
fueron ejecutadas 23 personas condenadas a muerte durante el 2011: diez
en Somalia, siete en Sudán, cinco en Sudán del Sur y una en Egipto. Se
trata de excepciones a una tendencia que se orienta hacia la abolición
de la pena capital.
Según datos de ‘Amnesty International’, a
pesar de los progresos logrados a nivel global, todavía queda mucho
camino por recorrer. Actualmente hay 141 países que han abolido la pena
de muerte o donde esta no se aplica. Durante el 2011 fueron ajusticiados
condenados en 21 países. Diez años antes, en el 2001, el verdugo tuvo
actividad en 31 países. También se han producido mejorías, aunque no
decisivas, en los Estados Unidos, donde algunos estados abolieron la
pena capital o limitaron su aplicación.
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