lunes, 15 de octubre de 2012

16 de octubre: Día Mundial de la Alimentación


El 16 de octubre de cada año, se celebra el Día Mundial de la Alimentación, proclamado en 1979 por la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, (FAO).

Su finalidad es concienzar a los pueblos del mundo sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza. El día coincide con la fecha de ARROZ fundación de la FAO en 1945.

El Día Mundial de la Alimentación (DMA) fue establecido por países miembros de la FAO en la Reunión General de la Organización Número 20, en noviembre de 1979. La delegación Húngara, encabezada por el Ministro Húngaro de Agricultura y Alimentación Dr. Pál Romány actuó un activo rol en la Sesión Número 20 de la Conferencia de la FAO, sugiriendo la idea de celebrar mundialmente el DMA. Desde entonces se ha desarrollado cada año en más de 150 países, dando a conocer los problemas detrás de la pobreza y el hambre. Cada año se celebra el 16 de octubre el Día Mundial de la Alimentación.
Este año 2012 el lema es:
 "Las cooperativas agrícolas alimentan al mundo"






Mensaje del Director General de la FAO, D. José Graziano da Silva

D. José Graziano da Silva, Director de la FAO
El tema del Día Mundial de la Alimentación de este año es "Las cooperativas agrícolas alimentan al mundo". Se ha elegido este tema con el propósito de destacar múltiples formas concretas en que las cooperativas agrícolas y las organizaciones de productores ayudan a proporcionar seguridad alimentaria, a generar empleo y a sacar a las personas de la pobreza. Para la FAO y sus asociados, las cooperativas agrícolas son aliados naturales en la lucha contra el hambre y la pobreza extrema. El hecho de que se haya declarado a 2012 Año Internacional de las Cooperativas constituye un reconocimiento más de la importancia que estas revisten.

A lo largo de tres decenios caracterizados por el descenso de la inversión agrícola nacional y de la asistencia oficial para el desarrollo, millones de pequeños productores se han esforzado por responder a la variabilidad y las crisis relacionadas con el clima, los mercados y los precios. Desde la crisis alimentaria de 2007-08, muchos países han renovado su compromiso de erradicar el hambre en el mundo y mejorar los medios de vida. En algunos casos, sin embargo, el apoyo político, programático y financiero efectivamente prestado no está a la par con los compromisos verbales.
 
Los repuntes de los precios de los alimentos en 2007-08 podrían haber ofrecido a los pequeños productores una oportunidad para salir de la pobreza que, sin embargo, no llegó a materializarse.

 Los pequeños productores de todo el mundo siguen enfrentándose diariamente con dificultades que les impiden sacar pleno partido de su trabajo y contribuir no solo a su propia seguridad alimentaria, sino también a la de todos, mediante una participación activa en los mercados. De hecho, las carencias de la infraestructura y el acceso limitado a los servicios, la información, los activos productivos y los mercados, así como su escasa representación en los procesos decisorios, les impiden realizar este potencial.

Los datos demuestran que las cooperativas y organizaciones de productores fuertes están en condiciones de superar estas dificultades y de mitigar los efectos negativos de las crisis alimentarias y de otra índole. Las organizaciones de productores sólidad han contribuido a colmar un vacío. Han sido capaces de sortear los obstáculos relacionados con el mercado y las políticas mediante el suministro de una serie de bienes y servicios a sus miembros. Pueden, por ejemplo, reducir los costos para los agricultores gracias a compras colectivas de insumos agrícolas que les permiten beneficiarse de mejores precios al por menor. Les ofrecen también la posibilidad de expresar sus preocupaciones e intereses, y de desempeñar un papel en los procesos decisorios y de formulación de políticas.
Hay numerosos ejemplos de organizaciones fuertes e integradoras que fomentan la acción colectiva de las personas cuyos medios de vida dependen de la agricultura, la pesca, la actividad forestal o la ganadería y del empleo en dichos sectores. Estas organizaciones actúan en el ámbito comunitario, nacional o internacional, esforzándose por combianr los objetivos económicos y sociales de sus miembros.

Como se ha reiterado muchas veces, contamos con los medios para eliminar el hambre y la malnutrición. Lo que se necesita es estalbecer un entorno propicio para que los pequeños productores puedan aprovechar plenamente las oportunidades disponibles. La existencia de cooperativas y organizaciones productoras sólidas es un componente esencial de ese entorno propicio.

La FAO brinda apoyo a los gobiernos de sus Estados Miembros para que estos, a su vez, ayuden a las cooperativas y organizaciones de productores a prosperar, mediante la formulación de políticas adecuadas y el establecimiento de marcos jurídicos, incentivos económicos y foros para el diálogo en materia de políticas. Además, la FAO elabora datos, conocimientos y buenas prácticas con miras a respaldar el surgimiento de más organizaciones de productores y cooperativas que sean autónomas, inclusivas, equitativas respecto del género y orientadas al mercado.

Junto con las Naciones Unidas y con otros asociados, entre ellos el Comité para la Promoción y el Progreso de las Cooperativas y los organismos con sede en Roma, la FAO seguirá fortaleciendo y reforzando las cooperativas, como partes interesadas fundamentales, a fin de abrir el camino a nuevas oportunidades y al logro de nuestro objetivo común: un mundo más seguro y sostenible.

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