lunes, 22 de octubre de 2012

República Democrática del Congo: 3 religiosos secuestrados

Tres religiosos congoleños de la Congregación de los Agustinianos de la Asunción fueron secuestrados el sábado a las 21 horas en un convento de  la parroquia de Nuestra Señora de los Pobres en la localidad de Mbau, unos 20 kilómetros al norte de la ciudad de Beni, en la provincia de Kivu del Norte. Desde entonces no se tienen más noticias de los padres Jean-Pierre Ndulani, Anselme Wasinkundi y Edmond Bamutute, que fueron capturados por hombres armados no identificados mientras estaban mirando televisión.

“Ignoramos aún la identidad del grupo responsable del secuestro, que hasta el momento no ha sido reivindicado. Estamos reuniendo toda la información posible para comprender dónde fueron llevados los tres religiosos, por quienes y con qué fin”, dijo monseñor Paluku Sikuly Melchisedech, obispo de la diócesis de Butembo-Beni. “Lamentablemente hay tantas milicias armadas y bandas criminales que siembran violencia e inestabilidad en nuestra región. El precio lo pagan como siempre los civiles. Hasta ahora los religiosos y sacerdotes habían escapado a estos hechos, a pesar del ataque contra el episcopado de la diócesis del pasado 26 de septiembre”, continuó el prelado. El obispo destacó que dos de los tres religiosos secuestrados –todos ellos congoleños– habían llegado hacía poco a la diócesis y eran poco conocidos.

“Pedimos a los secuestradores que liberen cuanto antes y sin ninguna condición a los sacerdotes que están aquí para servir a la iglesia y ayudar a la población local que tiene gran necesidad de ellos”, insistió monseñor Sikuly, pidiendo también la intervención de las autoridades congoleñas.

Según algunas fuentes locales de prensa, los agresores –un grupo de diez hombres bien armados– hablaban suahili, lo que significa que no eran de la zona. Fuentes independientes atribuyen el secuestro a rebeldes ugandeses de las ADF-Nalu, activos en la zona y que ya anteriormente habían efectuado acciones similares contra civiles en el sector de Mbau-Beni. Sin embargo, no se excluye que se trate de un secuestro con fines extorsivos, aunque algunos también han interpretado la acción como represalia contra la Iglesia Católica por su compromiso en favor de la población local oprimida. Justamente el sábado se habría creado un nuevo movimiento político-militar, que se presentó como ‘Unión para la rehabilitación de la democracia en Congo’ (URDC), en el territorio de Beni. El grupo estaría integrado por desertores, según la emisora local ‘Radio Okapi’.

El secuestro de los asuncionistas se produjo en un contexto de gran inestabilidad en toda la provincia de Kivu del Norte. “Aunque el epicentro de la violencia s encuentra en Goma, seguramente hay hombres del Movimiento 23 de marzo (M23) infiltrados en la zona de Beni, para no hablar de todos los otros grupos que fomentan la inseguridad. Además, la de quienes deberían proteger a la población (las fuerzas de seguridad congoleñas) no es precisamente una presencia que inspire tranquilidad”, denuncia el interlocutor, mientras invita “al gobierno de Kinshasa, a los países vecinos y a la comunidad internacional a asumir sus propias responsabilidades para que cese la violencia contra los congoleños abandonados a sí mismos desde hace demasiados años”. Monseñor Sikuli señala que “desde hace tiempo no bastan las condenas verbales: hacen falta acciones concretas en el terreno”.

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